Pteropodidae
Se denomina murciélago de la fruta, murciélago de la fruta del Viejo Mundo, megamurciélago o zorro volador, a los miembros de la familia Pteropodidae distinguibles por la forma de su hocico, su dieta y su tamaño. Existen alrededor de 170-186 especies de murciélagos de la fruta organizados en más de 40 géneros.
Orden: Chiroptera
Suborden: Megachiroptera
Familia: Pteropodidae
Descripción
Morfología.
A diferencia de los murciélagos insectívoros, estas especies poseen un rostro parecido al de un perro o un zorro, y he aquí el origen de uno de sus nombres comunes. Cuentan con un hocico ligeramente alargado, ojos grandes y orejas visibles. La boca contiene dientes incisivos y generalmente dos dientes caninos de considerable longitud. Los individuos de los géneros Nyctimene y Paranyctimene poseen unas fosas nasales tubulares.
Existen alrededor de 170-186 especies de murciélagos de la fruta organizados en más de 40 géneros.
Peso y tamaño.
El dimorfismo sexual está presente en algunas especies, por lo que los machos son más grandes que las hembras o se diferencian de ellas por ciertas características externas.
El tamaño de estos murciélagos varía de acuerdo con la especie. La especie más pequeña mide unos 6 centímetros de longitud mientras que la más grande registra una envergadura de 1.7 metros de ala a ala. La longitud del cuerpo puede alcanzar 40.6 centímetros. Aunque la palabra “megamurciélago” induce a pensar que son más grandes que los micromurciélagos, algunas de estas especies son aún más pequeñas que los micromurciélagos.
Coloración.
El cuerpo está cubierto con un pelaje normalmente corto, de diversos tonos marrones hasta el negro que puede teñirse en algunas zonas de colores más claros como blanco, amarillo o rojizo.
Distribución y hábitat
No es posible encontrar de forma natural a los murciélagos de la fruta en América, ya que son nativos del Viejo Mundo o en otras palabras, del hemisferio este. Su hogar son las regiones tropicales y subtropicales del Mediterráneo oriental y más allá, hacia el sur de Asia y la Península Arábiga hasta las costas del norte y oeste de Australia. Las islas del océano Índico también acogen poblaciones de estos murciélagos así como territorios del continente africano hasta Sudáfrica. En contraste, el noroeste de África y el suroeste de Australia están desprovistos de zorros voladores.
Gran parte de los miembros de la familia Pteropodidae prosperan en hábitats de bosques y algunos en la sabana. Esto es porque necesitan el refugio de los árboles para posarse, si bien suelen usar además cuevas, minas, paredes de acantilados y otros sitios oscuros y húmedos como refugios. Unos más necesitan ubicarse cerca de las zonas costeras y en ciertas estaciones migran a sitios como las islas. Claro está, el hábitat de los murciélagos de la fruta depende de la especie.
Alimentación
Poseen sentidos del olfato y del oído muy desarrollados, ya que son la base para la búsqueda de su alimento. Se les considera frugívoros y nectarívoros, es decir, mantienen una dieta a base de frutas y néctar que puede ser complementada con hojas, flores y otras partes de las plantas. Sus dientes están adaptados para traspasar la piel de las frutas y su lengua es muy larga para penetrar profundamente en la carne y en el interior de las flores.
No usan la ecolocalización para orientarse o buscar alimento. En vez de ello se basan en la vista y el oído.
Su estilo de alimentación difiere entre individuos. Se ha visto a algunos comer enteras las frutas blandas y escupir las semillas de las que las tienen. El jugo es tragado y la materia fibrosa, difícil de masticar, usualmente desechada por la boca. Las especies grandes tienen que coger el alimento y posarse sobre algo sólido para comer, mientras que las pequeñas tienen la facilidad de aletear a la vez que se alimentan.
Comportamiento
Exceptuando a los miembros del género Rousettus, los murciélagos de la fruta no usan la ecolocalización para orientarse o buscar alimento. En vez de ello se basan en la vista y el oído. Además, son animales generalmente sociables que forman grandes colonias de hasta 200,000 miembros. Estas colonias son más numerosas durante algunas épocas del año, como la temporada de cría. No obstante, algunas especies son solitarias.
Reproducción
Los murciélagos son mamíferos polígamos y dan a luz crías vivas y completamente formadas, aunque durante los primeros días en el mundo son ciegas y dependen de la leche materna para crecer. La madurez sexual es alcanzada en torno a los 2 años de edad; las hembras antes que los machos.
Existen especies que se reproducen 1 vez al año y otras que lo hacen más veces. El número de crías tiende a ser de 1, y en raras ocasiones nacen 2. La temporada de reproducción varía, así como el comportamiento antes de la cópula. Es frecuente que las hembras almacenen el esperma dentro de sus cuerpos durante la hibernación, y al terminar ésta acudan a refugios de cría para pasar el tiempo de su gestación. Esta dura entre 4 y 6 meses, y son las madres quienes se encargan del trabajo de crianza.
Amenazas y conservación
Los murciélagos tienen una fama controvertida, pero hay que recalcar que estas especies tienen una alimentación frugívora y cumplen un rol importante en la polinización de las flores. Sin embargo, la deforestación, la caza y persecución humana y hasta los factores ambientales como el cambio climático y los huracanes amenazan su supervivencia.
La Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza clasifica a las especies según su estado de conservación. Algunos, como el zorro volador filipino (Acerodon jubatus), están en peligro de extinción, en tanto otros permanecen en la categoría “Preocupación Menor”.